15/11/07

Presentación

Presentación básica sobre la Dominancia Cerebral de Cuadrantes:
Desde hace mucho tiempo se sabe de la Dominancia Cerebral Hemisférica, o sea la corteza cerebral está dividida en 2 hemisferios, el Izquierdo y el Derecho unidos por las conexiones llamadas “cuerpo calloso”

En la ilustración podemos ver una representación de la corteza cerebral (la parte externa del cerebro) desde una vista aérea, la nariz de la persona estaría en la parte de arriba entre lo amarillo y lo azul.

Lo interesante de lo que estaremos presentando es que está basado en los últimos descubrimientos neuro-fisiológicos, o sea de la parte física de nuestro cerebro y cómo nos influye en nuestra forma de ser (conocimiento muy objetivo), no hablamos de psicología ni comportamientos, aptitudes o actitudes (conocimiento más subjetivo)

Los estudios de neurociencia más recientes revelan que en la corteza cerebral aparte de existir la fisura longitudinal que ya hablamos, también existe una fisura horizontal a la cual no se le había dado tanta importancia (en los 80’s cuando Ned Herrmann elaboró su teoría, se creía que la parte de abajo era la parte límbica, ahora se sabe que es también parte de la corteza)

Estas separaciones dan por resultado 4 cuadrantes en la corteza cerebral (4 cerebros)


Esta ilustración nos muestra cómo las conexiones electro-químicas van de izquierda derecha (y viceversa, llamado cuerpo calloso) y de arriba abajo (y abajo hacia arriba)
No existen físicamente conexiones diagonales.





El concepto de Dominancia se puede observar en los órganos del cuerpo bilaterales por ejemplo en las manos, podemos ser zurdos o derechos (yo soy zurdo, representamos el 10% de la población)
Para usted la derecha (para mí la zurda) es la mano dominante, esto es, nacemos y morimos con es mano “natural” donde se nos facilita hacer las cosas, podemos desarrollar la otra (ser ambidiestros) pero esto tiene un “costo” (como ejemplo, mi madre es zurda y en 1950 en la escuela que asistía , a los 6 años de edad, la obligaron a “hacerse derecha” , se volvió tartamuda 2 años)

Volvamos al cerebro:
Como mencionamos el cerebro tiene 4 cuadrantes, se ha descubierto que una de estas 4 es Dominante, osea, natural, en donde la resistencia eléctrica es menor, lo que facilita que se construyan más y mejores autopistas entre las neuronas, y al transitar por ellas, el recorrido es más eficiente, nacemos y morimos con este cuadrante dominante.

Veamos el esquema que presenta Benziger y luego lo compararemos con Herrmann.

La Dra. Benziger nombró los cuadrantes respecto a su posición en la cabeza, por lo que las personas con Dominancia:
1.- Frontal Izquierda son personas: Lógicas, analíticas, enfocadas a resultados, siempre viendo el costo-beneficio, el ¿Cuánto me deja?, que fluyen en tomar decisiones y ganar negociaciones.
Los empleos afines con esta dominancia son: Directores Generales, Médicos, Ingenieros, Financieros, Fiscalistas, Analistas de Sistemas, etc.
2.- Las personas Basales Izquierdas: Su tema es mantener las cosas, ordenadas, rutinarias, estables, de procedimientos, de seguridad, conservadoras, detallistas.
Empleos afines: Contadores, auxiliares administrativos, producción, mantenimiento, seguridad, justicia.
3.- Las personas Basales Derechas son: Sentimentales, armonizadoras, les gusta, cuidar, enseñar, ayudar, relacionarse (todo lo contrario al frontal Izquierdo)
Empleos: Voluntario en ONG, Maestro, Sacerdote-Pastor, Enfermera, musicos, etc.
4.- Las personas Frontales derechas son: creativas, innovadores, arriesgadas, les gusta mejorar, tener visión de conjunto, ver el bosque, cambiar.
Empleos: Emprendedores, visionarios, comercial, mercadeo, ventas, diseñadores de todo tipo, arquitectos, artistas, etc.

Después de haber entendido los cuadrantes uno normalmente se pregunta ¿bueno y yo que soy? Para esto existen tests, que se pueden procesar por Internet a saber (el BTSA, HBDI) y en los cuales es muy recomendable tener una sesión de coaching para validación de la dominancia, sin embargo una pregunta que en mi experiencia clarifica el 50% de los casos es:Si en este momento le dijeran que tiene que “donar” uno de estos 4 cuadrantes a la ciencia y ya no lo va a tener más, ¿Cuál donaría? Done el que no le gusta, no disfruta, no lo valora tanto o le cuesta trabajo estar en ese cuadrante.
(Si nos conocemos lo suficiente y no hemos estado falsificando lo natural, normalmente donamos el opuesto a nuestra dominancia)
Como quiera los insto a realizarse un test y buscar un coaching profesional ya que la validación de la dominancia es vital para decisiones que tome en su futuro desarrollo personal (o el de sus hijos)

El modelo de Herrmann utiliza terminología análoga:

Maneja colores para distinguir cada cuadrante y letras:
Así el Lógico-Analítico es Azul y letra A
Organizado- secuencial el Verde letra B
Interpersonal-sentimental Rojo letra C
Y el Creativo- Holístico Amarillo letra D



Continuamos:
Una vez distinguida la Dominancia debido a las conexiones cerebrales tenemos, 2 cuadrantes que son auxiliares y un cuadrante débil ineficiente.
Así sale la siguiente tabla:
Modo Dominante Auxiliar Auxiliar Modo Débil
Frontal Izquierdo Basal Izquierdo Frontal derecho Basal derecho
Basal Izquierdo Basal derecho Frontal Izquierdo Frontal derecho
Basal derecho Basal Izquierdo Frontal Derecho Frontal Izquierdo Frontal derecho Frontal Izquierdo Basal derecho Basal Izquierdo

Lo importante entonces es conocer la Dominancia Natural, si hay desvío de Tipos (hemos estado haciendo lo que no es natural) y en cuanto a competencia adquiridas si somos unimodales (15% de la población), bimodales (tenemos nuestra dominancia y aun auxiliar bien desarrollado, 60% de la población) trimodales (dominancia y 2 auxiliares desarrollados, 20% de la población) o cuatrimodales (sólo 5% de la población)

Es importante señalar que en los últimos estudios se ha detectado que al trabajar en nuestro modo débil el consumo de oxigeno (el cerebro consume el 20% del oxígeno del cuerpo) se incrementa hasta 100 veces más. Solo caigamos en cuenta lo ineficientes que somos en ese modo.



A partir de los perfiles individuales se construyen perfiles de equipo o grupales, lo que se ha visto es que los opuestos nos necesitamos y que un equipo es más completo y efectivo si contempla personas de los 4 cuadrantes (cerebro completo)

Este es un ejemplo de un equipo en el área de ventas.







Y aquí un ejemplo del personal de una empresa de servicios:



En resumen esta tecnología está permitiendo:
Tener a la persona correcta en el puesto correcta
Ser la base para planes de desarrollo profesional y de carrera(orientación vocacional)
Ser la base para programas de capacitación (customizado a la persona)
Lograr equipos más efectivos y productivos
Mejorar las relaciones y trabajo en equipo
Definición de puestos y funciones en base a Competencia natural por encima de las competencias adquiridas (modelo de competencias tan difundido actualmente, ver ultima filmina)



7/11/07

Continuando con la evolución del concepto de Dominancia cerebral, estudios fisiológicos recientes

Extracto del Anexo B del libro "Maximizando la efectividad del potencial humano"de la Dra. Benziger

Bases fisiológicas del modelo
El modelo que se presenta en el libro tiene cuatro componentes teóricos clave: la Especialización Funcional, la Dominancia y el Desvío de Tipos y la Extraversión - Introversión. El primero de estos componentes, la especialización funcional, enuncia que el cerebro está subdividido en áreas discretas cada una de las cuales tiene cosas que hace mejor y generalmente es responsable de llevarlas a cabo. El segundo componente, la dominancia, indica que dada la especialización funcional de nuestro cerebro, todos nacemos con una preferencia fisiológica para sólo un tipo especializado de pensamiento. El tercer componente, el Desvío de Tipos, indica que cuando una persona utiliza cualquier tipo de pensamiento distinto de su preferencia natural la mayor parte del tiempo y a lo largo de un período determinado, sufre resultados predecibles e indeseables a la vez. Y finalmente, el cuarto componente, la Extraversión - Introversión resulta del hecho de que las personas nazcan con niveles internos de vigilia radicalmente distintos en cuanto a su estabilidad, lo que lleva a que las personas necesiten de distintas cantidades de estímulo adicional del entorno. Para poder apreciar por completo las bases neurocientíficas del modelo, veamos cada uno de estos componentes:

Parte I: Especialización funcional
En los últimos 150 años hemos logrado comprender y valorar la especialización funcional de nuestro cerebro, comenzando en la década de 1860 cuando un cirujano francés llamado Broca observó que una lesión en una región determinada del lóbulo frontal izquierdo generaba el resultado predecible de una dificultad determinada en el habla conocida como afasia. El área, reconocida desde hace tiempo como la región de nuestro cerebro que se encuentra naturalmente “codificada con la estructura del lenguaje”, se la conoce hoy como el área de Broca en honor a su descubridor. Después de Broca, Wernicke identificó una segunda área relacionada a la que denominó “La protuberancia del lenguaje” (“the language lump”) en el lóbulo temporal izquierdo. La mayoría de las investigaciones y los descubrimientos fueron limitados y desarticulados y estuvieron conectados con una de dos situaciones médicas: una persona hizo una consulta al médico después de una lesión o de un accidente cerebrovascular. El médico trató de identificar la lesión provocada y mapearla según la naturaleza de dicha lesión o accidente. La otra situación es la siguiente: un cirujano en el proceso de operar una porción determinada del cerebro, realizaba una punción o sondeaba una sección en particular para ver cómo reaccionaba y qué hacía. A medida que la atención sanitaria comenzó a ser más supervisada, se interrumpió este segundo tipo de “investigación”. Fue recién en la década de 1970 que estuvo disponible el electroencefalograma gracias al cual fue posible construir una comprensión mucho más integral de la especialización funcional cortical.

Sin embargo, hacia fines de la década de 1960 y a principios de la del 70, la gente creía que los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo procesaban información muy distinta y de maneras muy diferentes – es decir, que eran funcionalmente especializados.

Entre mediados y fines de la década de 1970, Ned Herrmann, trabajando en General Electric, combinó los datos de lo que entonces era un electroencefalograma de última generación sobre el funcionamiento de la corteza con el Modelo trino de Paul MacLean y sus propios datos sobre los estilos de pensamiento. El resultado fue un modelo cerebral derecho-izquierdo con cuatro modos – dos derechos y dos izquierdos: el cerebral izquierdo, el límbico izquierdo, el cerebral derecho cerebral y el límbico derecho.

En 1981, Benziger se contactó con Herrmann y comenzó a explorar las conexiones existentes entre el modelo de este último y sus propias observaciones del trabajo con sus clientes en el área de gestión de cambio y de resolución de conflictos. Ella se convenció de que el modelo de Herrmann era válido, entre otros motivos, debido a su sorprendente semejanza al trabajo de Jung y Thomas - Kilman. La implicancia del modelo de Herrmann era que dos de las funciones de Jung, el Pensamiento y la Intuición, eran el verdadero pensamiento, mientras que las otras dos funciones, las Sensaciones y el Sentimiento, eran realmente límbicas o emocionales.

En 1984, mientras daba sus presentaciones en distintos talleres para la Academia Americana de Directores Médicos, Benziger se convenció de que no existía una base funcional para creer que los dos modos “inferiores” eran límbicos por naturaleza. Básicamente, varios médicos le habían comentado a Benziger, en términos nada cuestionables, que las capacidades especializadas que Herrmann atribuía a las áreas límbicas simplemente eran imprecisas. Como médicos, la combinación de su experiencia y de su certidumbre era ciertamente irrefutable. Es posible que por cierto existan las cuatro funciones que había postulado Jung, pero si así fuera, éstas no se encontraban en las áreas que Herrmann les había asignado.

Al tratar de encontrar respuestas, en 1985 Benziger buscó consejo y guía en uno de los expertos más importantes del mundo en lo que respecta al cerebro humano, el Dr. Karl Pribram. Ella le presentó sus propias observaciones anecdóticas además del modelo de Herrmann, agregando que consideraba que dicho modelo, desarrollado independientemente de un análisis estadístico de modelos reales del pensamiento de las personas, era válido y además corroboraba el modelo de Jung. Pribram, que se había desempeñado como neurocirujano antes de obtener un doctorado en psicología y de ser el responsable de los Laboratorios de Investigación Conductual de Stanford, es uno de esos individuos poco comunes cuyas áreas de experiencia establecen un puente a través de especialidades generalmente segmentadas. Experto en la estructura cerebral y de las conocidas bases neuroquímicas de la actividad mental, además de ser experto en los diversos modelos psicológicos que se utilizan para predecir el comportamiento, incluyendo el modelo de Jung, Pribram logró encontrarle el sentido a los datos de una manera que nadie lo había hecho antes.

Su observación simplemente indica que es muy probable que los cuatro modos identificados por el modelo de Herrmann reflejen los tipos funcionalmente especializados de pensamiento, y que cada uno de ellos esté manejado por una de las cuatro áreas de igual tamaño en la corteza cerebral: los lóbulos frontales derecho e izquierdo y las convexidades posteriores derecha e izquierda (en literatura más antigua, estas áreas se identificaban como cortezas sensoriales que contienen los lóbulos occipital, parietal y temporal. Al establecer estos puntos, Pribram reasignó los cuatro modos de Herrmann de la siguiente manera:


Modo Herrmann Ubicación cerebral Función jungiana
cerebral izquierdo lóbulo frontal izquierdo pensamiento
límbico izquierdo convexidad posterior izquierda sensación
límbico derecho convexidad posterior derecha sentimiento
cerebral derecho lóbulo frontal derecho intuición


Pribram incluso añadió que la fisura central o rondálica que separa el lóbulo frontal de cada hemisferio de la convexidad posterior del hemisferio ya se la concebía como una de las divisiones más importantes de nuestro cerebro y que muchos científicos consideraban que era más importante aún que la separación hemisférica, la fisura longitudinal.

Casi como una verificación, Pribram agregó que la descripción de Herrmann de su modo límbico izquierdo coincidía con parte de lo que él estaba descubriendo sobre la estructura de los recuerdos almacenados en la convexidad posterior izquierda. Lo que resulta particularmente sorprendente era que tuviera la capacidad interna especializada de secuenciar las cosas.

Pribram mantuvo conversaciones con Benziger sobre lo que él sabía acerca de la corteza, que apoyaba estos puntos y además ofrecía una determinada comprensión que podría ayudar a dar mayor peso al modelo de Jung. Su observación resultó clave. Esta mostró que el acceso y la comunicación entre las cuatro áreas especializadas eran posibles gracias a los puentes neurales. El explicó que el cuerpo calloso funcionaba como un puente muy efectivo entre el lóbulo frontal izquierdo y el lóbulo frontal derecho y entre la convexidad posterior izquierda y la derecha. Luego agregó un punto importante: un gran manojo de nervios en el hemisferio izquierdo conectaba las áreas de Broca y Wernicke, facilitando el habla, y un manojo similar conectaba las áreas espejadas en el hemisferio derecho de modo que el lóbulo frontal izquierdo y la convexidad posterior izquierda pudieran comunicarse con facilidad; igual que el lóbulo frontal derecho y la convexidad posterior derecha. En esencia y en teoría, uno podría moverse en forma circular alrededor de la corteza en cualquier dirección y volver al punto desde donde se comenzó – igual que en la Rueda de la Medicina.

Lo que no era posible, agregó Pribram, era moverse en la corteza en forma diagonal. Uno no podía partir del lóbulo frontal izquierdo y pasar directamente a la convexidad posterior derecha, o partir de la convexidad posterior izquierda y moverse directamente al lóbulo frontal derecho. De manera significativa, Pribram había respaldado la primera regla que Jung utilizó al explicar cualquier función, cuáles eran las funciones que se encontraban disponibles como auxiliares y cuál era la función más débil o inferior y de más difícil acceso para la persona.

Un punto intrigante mencionado por Pribram fue que existían fuertes conexiones entre el cerebro límbico (que entre otras cosas es el cerebro energético) y cada lóbulo frontal. El sostenía que algunas personas son muy energéticas o activas, mientras que otras son más tranquilas – dentro de las líneas de las personalidades de Tipo A y B – y que aparentemente esas personas que son naturalmente más frontales también son naturalmente más activas.

Finalmente, Pribram hizo un comentario acerca de los datos del electroencefalograma que había reunido Herrmann y su equipo para apoyar su modelo. El motivo de los errores era, según palabras de Pribram, un problema técnico: las mediciones del electroencefalograma tomadas durante fines de la década del 70 (15 años antes), cuando la tecnología era nueva y poco refinada, no siempre podían tomar o medir el funcionamiento de la convexidad posterior, particularmente en sus regiones más profundas.

Desde 1985, Benziger continuó leyendo mucho y reuniéndose con neurocientíficos activos, para descubrir datos fisiológicos y corroborar o contradecir la hipótesis de Pribram y así conformar un modelo de pensamiento “sólido desde el punto de vista neurológico” para apoyar el modelo de Jung. Resulta fascinante observar que los datos corroboran su hipótesis – una y otra vez.

Dominancia
Benziger tomó conocimiento del Dr. Richard Haier en 1987 y 1988, momento en el que él anunció sus descubrimientos sobre la absorción de glucosa. Mediante el uso de scanners PET, Haier descubrió que lo que hasta ahora conocíamos como dominancia cerebral tiene sus raíces fisiológicas en la química del cerebro e impacta en 1) la velocidad con la que se descargan las neuronas; y 2) la cantidad de energía que éstas consumen. Como eminencia entre los investigadores del área, Haier fue invitado a presentar sus grandes descubrimientos sobre el índice metabólico de la glucosa en el cerebro bajo distintas circunstancias en diversas conferencias médicas y científicas. Debido a que sus hallazgos resultaron tan inesperados, no fueron aceptados de inmediato por la comunidad investigadora en general. Para el año 1996, cuando Benziger volvió a encontrarse con Pribram, los descubrimientos de Haier habían sido replicados y demostraron ser correctos. Pribram y sus colegas consideraban que él era un investigador brillante y capaz cuyo trabajo era muy creíble. Los descubrimientos de Haier son los siguientes: el tipo especializado de pensamiento al que llamamos preferencia disfruta de una química cerebral que hace que las neuronas que se encuentran en ese área se estimulen más rápidamente y que al mismo tiempo consuman menos energía, lo que da como resultado un índice total de consumo de energía de sólo 1/100 respecto de las otras áreas especializadas. En otras palabras, la preferencia se basa en un índice increíblemente elevado de eficiencia innata. En un momento en que la eficiencia de la energía pareciera ser crítica para la supervivencia de la humanidad, resulta interesante que una clave para la autogestión se encuentre enraizada en la administración de nuestra energía interna. Esto apunta a nuestra necesidad de aprender a respetar el requisito de nuestro cerebro y a que mantengamos una vida de energía eficiente.

En un trabajo anterior realizado en la década de 1990 e informado en un periódico no publicado, “Cognitive Styles, EEG Waves and Brain Levels” (Estilos cognitivos, ondas de electroencefalogramas y niveles cerebrales), de los Doctores Lawrence L. Schkade y Alfred R. Potvin, presidentes de Análisis de Sistemas e Ingeniería Biomédica respectivamente, se llevó a cabo un estudio en la Universidad de Texas, en el que se reunieron evidencias de electroencefalogramas, correlacionando los modos de Herrmann cerebral derecho (el frontal derecho de Pribram) y cerebral izquierdo (el frontal izquierdo de Pribram) (es decir, que no trataron de establecer o de medir lo que Herrmann denominaba actividad “límbica”) con la actividad cerebral real. Sólo se utilizaron personas cuyo patrón de dominancia cerebral mostrara una clara preferencia por el hemisferio izquierdo (no sorprende que hayan sido seleccionadas del departamento contable) o el derecho (seleccionadas del departamento de arte). Lo que sucedió fue lo siguiente: se compiló una lista de actividades que utilizaran un pensamiento analítico y visual en un patrón alternativo. Si bien en general se acepta que el lóbulo frontal izquierdo se encarga del procesamiento matemático, lógico y analítico, y el lóbulo frontal derecho se ocupa del pensamiento espacial, incluyendo las actividades relacionadas con la geometría y lo artístico, como el dibujo, cuando se les pidió a estas personas seleccionadas que desarrollaran la lista de actividades seleccionadas, ocurrió algo intrigante. Cuando aquéllos que habían sido identificados por las pruebas de Herrmann como fuertes pensadores analíticos ejecutaron la lista de actividades, mostraron la tendencia a utilizar una cantidad significativa de pensamiento frontal izquierdo, incluso cuando la tarea no se viera beneficiada por ello. Y cuando aquéllos que mostraron ser fuertes pensadores orientados a las imágenes internas llevaron a cabo las actividades de la lista utilizaron una cantidad significativa de pensamiento frontal derecho, incluso cuando la tarea no se viera beneficiada por ello. En otras palabras, ellos intentaban utilizar su preferencia natural aun cuando no se pudiera ejecutar la tarea en forma sencilla y correcta.

Según una historia relatada por Herrmann a uno de los autores, se descubrieron datos reveladores de dobles frontales, igualmente fuertes tanto en el pensamiento analítico como en las imágenes internas cuando él preparó una lista similar de actividades a ejecutar mientras se monitoreaba con el equipo de electroencefalograma. Mientras se desarrollaba una tarea analítica o matemática, sus lóbulos frontales mostraban una actividad predominante en el modo frontal izquierdo y una más calma en el frontal derecho. Luego, cuando pasaba a una actividad que fuera mejor controlada por aptitudes espaciales, relacionadas con imágenes y patrones, su frontal izquierdo mostraba una marcada disminución en la cantidad de ondas beta, a veces casi cerrándose por completo, mientras que su frontal derecho registraba 100% de beta. Por lo tanto, el estudio no sólo sirvió para demostrar la existencia de la dominancia, sino que además dejó bien en claro otro de los aportes teóricos de Herrmann: el principio de la situacionalidad. Dicho de otra manera: si una persona tiene acceso a dos modos, utilizará el modo que más se adecue a la tarea.

Resumen de las bases fisiológicas del modelo
Existe una gran evidencia que afirma que los cuatro elementos teóricos clave del modelo Benziger presentados en el cuerpo de este libro (especialización funcional, dominancia, Desvío de Tipos, Extraversión – Introversión) son neurológicamente válidos. Hace trece años, cuando se escribió el primer libro de Benziger, se desconocía la fisiología que subyacía debajo de la dominancia, el Desvió de Tipos y PASS, y la Extraversión - Introversión. Este libro incluye información adicional, transmite “Empowerment” y además trata el tema de la naturaleza y estructura de la dominancia, el Desvío de Tipos, PASS y la Extraversión - Introversión. Si esta breve visión fisiológica general lo dejó con apetito de información “más sustanciosa” acerca del cerebro, refiérase al “Physiological and Psychophysiological Bases for Jungian Concepts: An Annotated Bibliography”© (Las bases fisiológicas y psicofisiológicas de los conceptos jungianos: Bibliografía comentada) de Benziger, 1996 o bien visite www.benziger.org.